martes, 7 de julio de 2015

Julio y todo su esplendor


Queda inaugurado el mes por excelencia del verano, al único que no se  le puede reprochar que llegue demasiado pronto o demasiado tarde.
Ya están aquí los días de gazpacho, salmorejo y ajoblanco. Los sombreros de paja, los bañadores de rayas y las siestas para coger fuerzas.
Vuelven la clasificación de los 4 colores: blanco nuclear, rojo cangrejo, moreno bronceado y negro del Congo. Las cañas a la 1, a las 2 y a las 3. También las de pescar.

La tabla de quesos y vino para cenar y quien tiene la suerte haber sido elegido para compartir este manjar.
Los desayunos de buffet, cenas al estilo inglés y besos a escondidas por los pasillos de hotel. Las noches de amigos día sí, día también. Los libros y revistas que con suerte te duran dos días. Las partidas de tardes infinitas y los faroles que más de uno se echa.


No es el momento de jugársela a una carta, es hora de ir con toda la baraja. Agotar los deseos viendo las estrellas pasar, soñando en voz alta, respirando bajo el agua, abrazando con la mirada. Benditos abrazos y quien invade tu espacio personal.

Ya puedes decirle al niño que llevas dentro que corra que Julio ya está aquí. Que ya puede volver a sentarse en el filo de la orilla a construir castillos, sabiendo que la ola siempre vuelve.

Cerrar con sol y sal las heridas que el invierno abrió. Hacer un tira y afloja con la vida y con el mar encontrando el equilibrio entre seguir la corriente o no moverse.

31 días para buscar y encontrar

Buscar en una caracola las respuestas a esas preguntas difíciles de contestar.

Buscar en el arrecife a quien se perdió buscándote a ti, que ya era hora de que alguien buscase a Dori. Sumergirse con la intención de encontrar algún tesoro y salir a la superficie para ver que los tesoros más grandes los llevas a 200 cm bajo piel. 

Buscar conchas de nácar entre todas las conchas normales. Parece sencillo pero a veces, no las ves hasta que te refleja su brillo  al agacharte y coger esa concha común. Buscarlas en la orilla y en la vida es mi mayor vicio.

Un mes para que el sur te encuentre y tú dejes de buscar el norte.

Queda inaugurado julio y todo su esplendor.


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